Las desigualdades sociales y las marcadas diferencias entre las áreas rurales y urbanas han generado problemáticas que impactan directamente las condiciones habitacionales en comunidades como Rumipamba Grande. La calidad de la vivienda y las formas de habitar se ven afectadas por limitaciones económicas y sociales. La falta de acceso a recursos adecuados ha propiciado la proliferación de construcciones informales, que no cumplen con los estándares mínimos de calidad, seguridad estructural y confort necesarios para garantizar un hogar digno. El proyecto propuesto para esta comunidad busca ofrecer una solución que respete y fortalezca las características del entorno rural, a través de un diseño adaptado a las particularidades culturales y materiales de la zona. Se plantea una vivienda que crezca de manera progresiva hacia el interior, ajustándose a las dinámicas familiares y sociales de la comunidad. Rumipamba Grande, como muchas otras comunidades rurales, utiliza materiales de construcción tradicionales, como la tierra, que son esenciales en la vida cotidiana. La propuesta arquitectónica integra estos materiales en el diseño de la vivienda, fortaleciendo la relación entre el entorno natural y el espacio construido. Esta estrategia no solo refuerza la identidad cultural de la comunidad, sino que también asegura una armonía con el paisaje rural circundante. El diseño de la vivienda incorpora flexibilidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de las familias, permitiendo que el espacio habitable se expanda con el tiempo sin comprometer la coherencia arquitectónica. Se promueve una arquitectura que dialogue con su entorno, reconociendo las limitaciones económicas y aprovechando los recursos locales, lo que garantiza una integración sostenible y duradera. La forma de habitar se transforma, no como un cambio drástico, sino como una evolución consciente que se vincula con la realidad de Rumipamba Grande. Así, el proyecto aspira a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, promoviendo un desarrollo a