CASASETTE, inmueble datado del año 1954 de 680 M2 de área, con su planta en “H” y su torre emblemática representa una configuración y apariencia singular e icónica para la Arquitectura local de la época; se edificó en la Urbanización “El Encanto”, en Mérida, Venezuela, encargada por Humberto Nucete al arquitecto Español Manuel Mujica Millán, diseñador y constructor de edificaciones emblemáticas en la ciudad de Mérida entre ellas la Basílica menor Catedral Metropolitana, la Sede de la Gobernación del Estado y el Rectorado de la Ilustre Universidad de Los Andes, esta casa es una de las 24 Obras Civiles declaradas como Edificaciones de Interés Patrimonial de la Ciudad, destacando que de estas 10 son obra del Arq. Mujica Millán, según establece el Artículo 6 de la Gaceta Municipal Extraordinario No. 110, Año IV del 8 de julio de 2.004 del Municipio Libertador del Estado Mérida, Venezuela. En 1969 la casa es comprada por la Familia Sette Presas, siendo su residencia hasta el año 2020 cuando es vendida a la Asociación Civil CENTRO VENEZOLANO AMERICANO DE MÉRIDA (CEVAM), organización binacional que busca nutrir la amistad entre los pueblos de los Estados Unidos y Venezuela, por ello la edificación se intervino con interés en recuperarla adecuando los espacios de la misma a sus necesidades teniendo como eje la Arquitectura original. El programa arquitectónico propuesto tiene como premisa la flexibilidad de usos entre educacional, expositivo y cultural, articulados con espacios de coworking, así mismo se contrasta con la utilización de avances tecnológicos como la autonomía energética e internet de alta velocidad para mantener su funcionamiento y la conectividad de los usuarios. Al recibir el edificio, se constató un estado de conservación aceptable, percibiendo daños básicamente de filtraciones en techos ello por falta de mantenimiento, en la morfología era preponderante la adhesión de masas tipo contrafuertes en paredes exteriores además de varias intervenciones como techos, acabados, etc que no se correspondían con el proyecto original cambiando en parte su volumetría, apariencia y funcionalidad. El proyecto de intervención trazó como objetivo primordial la rehabilitación, de manera respetuosa, de la edificación. El grado de intervención fue de conservación: cielorrasos tipo casetones (los cuales poseían pinturas decorativas que fueron parcialmente recuperados por artistas locales), de techos planos o con bóvedas de arco rebajado en lugares donde se detectaron deterioros fueron tratados con éxito, en sectores del edificio se repusieron frisos y mampostería respetando, en la medida de lo posible, acabados y colores originales, se repusieron pisos básicamente con losas recuperadas de demoliciones del edificio, además se repuso todo el sistema eléctrico y sanitario con mínima intervención utilizando canalizaciones y/o ductería original. Donde se identificaron adiciones se realizaron demoliciones precisas con equipos especiales para preservar el sistema estructural, para este tipo de intervención se consideró la liberación, logrando reutilizar en la obra el 80% de los materiales estructurales recuperados y 100% de escombros producto de las demoliciones logrando una reintegración de materiales. Para todos estos trabajos prevaleció la mano de obra local con artesanos expertos en cada área.