En Colombia, se han construido más de 200,000 km de carreteras exclusivamente para la conectividad logística, sin beneficiar a las comunidades rurales y aumentando la desigualdad social. Se propone una Red de Corredores Productivos y Sostenibles, equipamientos de servicios, que transforman los centros de control vial existentes en Centros Comunitarios Rurales. Estos centros buscan ofrecer educación, desarrollo económico, alimentos y entretenimiento para las zonas rurales, enriqueciendo así la vida de estas comunidades. Dirigidos a las comunidades más pobres a lo largo de las carreteras, los centros rurales ofrecen acceso a internet, educación continua para los agricultores, centros de recolección de productos regionales, mercados públicos, entretenimiento, cines al aire libre, deportes y competencias de talento. Históricamente, las áreas rurales de Colombia carecen de opciones de entretenimiento para los agricultores, especialmente los jóvenes. Actualmente, dos proyectos se completaron y están en operación en Antioquia: el Centro Comunitario Puente Iglesias y el Centro Comunitario Bolombolo. Estos prototipos adaptables crean espacios complementarios al descanso, multiplicando las posibilidades de accesibilidad rural y desarrollo sostenible, extendiendo programas culturales que suelen estar confinados a áreas urbanas. Tradicionalmente, la infraestructura vial se ha utilizado para mejorar la conectividad física con el fin de optimizar el funcionamiento. Sin embargo, los corredores pueden aprovecharse para iniciativas de planificación más inteligentes orientadas a mejorar las oportunidades agrícolas, logrando objetivos explícitos como:(i) creación de empleo rural (ii) objetivos ambientales (iii) catalizar una mejor gobernanza a lo largo de las cadenas de valor para estimular un crecimiento inclusivo y sostenible. ¿Cómo podemos transitar de una infraestructura vial diseñada exclusivamente para cumplir objetivos logísticos (conectar el punto A con el punto B únicamente) a una red de corredores productivos y sostenibles, capaces de: (i) mitigar el cambio climático (ii)adaptarse a las virtudes geográficas, sociales y culturales de su contexto (iii) generar desarrollo económico y social? El desafío fue integrar la arquitectura a lo largo de las carreteras para apoyar las necesidades de los agricultores colombianos, mientras se honran las tradiciones de construcción regionales y el paisaje tropical. La estrategia revaloriza las arquitecturas locales rurales y productivas, garantizando la integración a través de espacios intermedios que permiten la continuidad de las condiciones y tradiciones paisajísticas. Estas intervenciones potencian las capacidades productivas, educativas, recreativas y colectivas para transformar la ruralidad de Colombia. Este modelo de acción se implementará a lo largo de las extensas carreteras, utilizando infraestructura adaptable que se integra con el paisaje natural, la movilidad, la arquitectura y las comunidades. Brinda a los viajeros un sentido contemporáneo del lugar y una utilización innovadora del espacio, destacando las tradiciones arquitectónicas y paisajísticas existentes. Una estrategia sostenible que refleja el potencial de las carreteras como intermediarios para conectar territorios, estructuras verdes, culturas, personas y conocimientos. Conectando el territorio para crear una cadena de espacios operada por la comunidad rural que genere interés por explorar la infraestructura dura del país, no solo para llegar a una ciudad, sino también para viajar con el propósito de conocer, disfrutar y aprender de las áreas rurales de Colombia.