La ciudad de Iguala ha sido escenario de diversos acontecimientos históricos. Fue el sitio donde por primera vez se izó la bandera de México y en donde la población protestó después de la matanza de 43 estudiantes en 2014, resultando en el incendio del edificio de gobierno. En 2022 el Gobierno de México solicitó a Taller Capital un proyecto para construir el nuevo Edificio de Gobierno, y remodelar las plazas Cívica, del Monumento al Ejército Trigarante y el Jardín Municipal. El proyecto responde a un contexto urbano donde el edificio de gobierno original se fue transformando en una fortaleza, a pesar de dar servicio cotidiano al público, contener el auditorio municipal y las oficinas gubernamentales. Tras ser incendiado y por la falta de espacios, se convirtió en un elemento cerrado, heterogéneo en fachada, alturas, forma, colores, usos de suelo, además de crecer sobre el espacio público peatonal. El jardín y Plaza del Ejército Trigarante, a pesar de ser muy arboladas, eran difíciles de transitar e inaccesibles debido a los diversos parterres con formas irregulares, bloqueando la visibilidad y el tránsito peatonal. La intervención usa una tipología histórica y típica en Iguala: la galería porticada. Se aplicó un módulo de nueve por nueve metros con una columna al centro. Este se repite, delimitando el perímetro de la manzana correspondiente al Edificio de Gobierno y Plaza Cívica. La mitad del predio alberga espacios de servicios administrativos y la otra el gran espacio público. Se puede circular a través de la plaza, pero también entorno al perímetro de la manzana que alberga estos espacios, bajo cubierto, dando accesibilidad universal tanto a la plaza, como al nuevo edificio que ahora aloja las oficinas de servicio al público y el auditorio municipal en su planta baja, con acceso desde la calle. En planta alta las áreas administrativas se distribuyen en torno a un gran patio interior que las dota de ventilación y luz. Las áreas de trabajo están formadas por cubículos y open spaces flexibles y adaptables. Este edificio genera una imagen urbana ordenada y homogénea, restaurando el pórtico de los años veinte, conservando los árboles existentes y añadiendo nuevos para crear sombra. Los balizamientos, parterres, banquetas y calles son de pórfido, funcionan como tapete de escala urbana reforzando la accesibilidad universal y unificando diferentes espacios públicos priorizando a los peatones. Se restauraron los monumentos y un antiguo pabellón porticado, creando espacios de reunión para la comunidad.