El teatro Lalama y su entorno inmediato han dejado de ser solo un hito monumental dentro del centro histórico de Ambato para convertirse en un eje de apropiación cultural por parte de la comunidad. Mucho más allá de su relevancia arquitectónica, el teatro y los edificios que lo rodean en la misma manzana han acogido una identidad compartida que refleja tanto la memoria colectiva como la evolución cultural de la ciudad. La relación entre la preservación del patrimonio y la integración de nuevas dinámicas culturales es, en apariencia, una dualidad conflictiva, pero es precisamente esta tensión la que permite generar una conexión auténtica entre el pasado y el presente de Ambato. Reconfigurar los límites que separan al teatro y su entorno del resto de la ciudad no implica solo la acción de rehabilitar las edificaciones; se trata de facilitar una apropiación activa del espacio por parte de los ciudadanos, promoviendo su vivencia en el día a día. En este sentido, el verdadero valor del teatro Lalama no reside únicamente en sus elementos tangibles o arquitectónicos, sino en las historias y vivencias que enmarcan su relación con la comunidad. La manzana completa que engloba al Teatro Lalama y a la Unidad Educativa “Bolívar”, actúa como un elemento articulador para la ciudad, cargando con la memoria de las intervenciones tanto institucionales como ciudadanas que han intentado devolverle su papel protagónico dentro de la vida urbana. Este proyecto de recomposición urbana surge de la necesidad de restituir a los ciudadanos de Ambato el derecho a sus espacios culturales, revirtiendo el carácter estático y monumental de estos lugares para transformarlos en escenarios vivos de interacción social. Aquí, la intervención arquitectónica no solo busca conservar la memoria material del teatro y los edificios históricos que lo acompañan, sino también habilitar nuevas formas de habitar estos espacios. La revalorización del teatro Lalama y sus alrededores implica un proceso sistemático de rehabilitación urbana y social, que tiene como objetivo principal revitalizar el sentido de comunidad a través de nuevos lenguajes arquitectónicos y el intercambio cultural. La propuesta contempla la conservación de los elementos arquitectónicos más representativos del teatro, respetando su “piel” histórica, pero también interviniendo en su estructura interna y externa para adaptarla a las necesidades contemporáneas. Así, el espacio se abre, rompiendo con la antigua concepción de un edificio aislado y estático, permitiendo que la comunidad ambateña lo convierta en un centro vivo de encuentro.