El Parque Central es un elemento fundamental en la estrategia de conexión del Tec con su entorno. El patrimonio que representa el parque central genera valor en sí mismo y lo extiende, más allá de sus límites al integrar un nuevo polígono, en el que se encuentra, para conectarse con otros espacios estratégicos a su alrededor como el centro de bienestar, el centro cultural, el centro deportivo borregos y proyectos futuros. El parque tiene un área de 35,000 m2 y un programa que atiende a necesidades recreativas, culturales, deportivas y ambientales, cobija todos los grupos etarios; es incluyente y accesible para todas las personas. El agua y el oxígeno son elementos esenciales para la vida. Retomando esta premisa, estos elementos generan un bosque urbano, que junto a un programa arquitectónico servirá como catalizador económico, cultural y social del DISTRITO TEC y de la ciudad de Monterrey. El bosque urbano genera un pulmón de oxígeno para la zona, maneja escalas de porte medio y alto en el arbolado, elementos frutales y sobre todo especies locales, buscando generar microclimas, los cuales por cuestiones biológicas, integraran a su vez, nueva fauna para fortalecerlos. El Parque Central es un bosque urbano activado con una zona inundable que funciona como vaso regulador. Construir un bosque urbano en una ciudad con un clima extremoso y con poco capital verde es fundamental en este nuevo espacio público. El manejo del agua era también una oportunidad para atender los problemas de inundación en la zona y también indispensable como reserva para la creación del bosque. La topografía es resultado del hueco que dejó la demolición del estadio. La parte central es la más baja y allí se ubica un bosque húmedo que es el vaso regulador. Este espacio se inundará en época de lluvias y filtrará agua al suelo, y las demasías a cárcamos que permitirán controlar las inundaciones en calles aledañas. Este centro conformado por taludes solucionados de distintas formas: con plantas rastreras y arbustivas; graderías que conforman un foro al aire libre; plataformas que son jardines para relajación; y una explanada para conciertos, ferias y espacios deportivos. El parque está delimitado por una ciclovía, una senda peatonal y adyacentes a ambas se encuentran espacios conformados por muros verdes. Existen dos edificios culturales: el Pabellón Turrell y el salón polivalente. El primero lo diseñamos con James Turrell para lograr una integración entre la pieza y el parque. El salón polivalente se encuentra en el centro del parque como memoria del centro del antiguo estadio y se abre al bosque inundable del parque. Las concesiones son cajas de concreto en ambos extremos del parque como activadores. La primera solución estructural es la conformación de las plataformas. Existía una diferencia de 6 metros entre las calles y el nivel de cancha del antiguo estadio, la solución más sustentable, racional y eficiente fue conformar plataformas desde el perímetro hacia el centro. Esto permitió diseñar un vaso regulador que captara el agua del parque y para cosecharla y reutilizarla en estiaje.