Pabellón de las Orquídeas

Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Arquitectura Mínima
País de representación: México
Participantes:
- Arq. Bernardo Quinzaños
Memoria
El Pabellón de las Orquídeas, diseñado para Casa Wabi, está ubicado en las afueras de Puerto Escondido, entre el mar y las montañas. Es una estructura de madera, permanente, sustentable y ligera, dedicada a la conservación de las orquídeas en la región de Oaxaca, que plantea la sólida relación entre la diversidad biológica y cultural del paisaje.
Al diseñar el Pabellón de las Orquídeas, nuestra investigación dejó en claro que para que las orquídeas crezcan, florezcan y se recolecten, era necesario crear un ambiente propicio para su desarrollo: húmedo, parcialmente sombreado y bien ventilado.
Pero, lo más interesante, es la filosofía japonesa del Wabi-Sabi, que cree que la belleza y la armonía se encuentran en la simplicidad, lo imperfecto y lo no convencional, y su relación con las ricas y complejas tradiciones de la costa oaxaqueña, lo vernáculo, los materiales de origen local (palma y madera) y la alta calidad de las obras de los artesanos locales.
Entonces pensamos en la palabra japonesa Ikigai (生き甲斐, ‘la razón de ser‘) que podría traducirse como la felicidad de estar ocupado. El término se compone de dos palabras japonesas: iki (生き, que significa ‘vida o estar vivo‘) y kai (甲斐, que significa ‘un efecto, resultado, fruto o valor‘. Siendo ‘el propósito de la vida‘.
Cuando alguien descubre su propósito, su vocación, es más probable que disfrute de una vida larga y saludable. Sin embargo, es fácil perderse en el estrés y el ruido de nuestra rutina diaria, por lo que necesitamos reservar un espacio, tomarnos un momento para relajarnos, en este caso, con las orquídeas.
Al adentrarte en el pabellón, respiras la frescura de la humedad, escuchas el suave tintineo de las gotas, sientes los vientos cruzados y, quizás con suerte, logras reconectar con tu esencia, descubrir tu propósito, tu Ikigai.
Nuestra pabellón se centra en tres elementos principales:
Primero, el pabellón es una máquina simple y austera, 12 humidificadores de concreto emplean la gravedad para generar un ambiente húmedo dentro de la estructura que alberga las orquídeas de la costa oaxaqueña.
En segundo lugar, el pabellón aprovecha materiales y técnicas constructivas simples, como la madera de la región y piezas de concreto elaboradas a medida en hornos locales de alta temperatura.
Y tercero, el pabellón es un santuario para las orquídeas, al tiempo que busca despertar un profundo sentido de Ikigai a quien lo visita.
El principal elemento que permite que las orquídeas prosperen es un ambiente húmedo. Las intrincadas raíces, ramas y hojas captan agua del aire, del suelo y de todas las superficies circundantes. Una serie de cuencos de concreto llenos de agua en forma de pirámide descansan en la parte superior de una estructura de madera simple. Los cuencos filtran lentamente pequeñas gotas de agua que caerán al suelo permitiendo la irrigación por goteo. El agua es recogida por bandejas de base de concreto que estarán permanentemente húmedas. La brisa y el calor permitirán a las orquídeas beber agua directamente del entorno sin necesidad de que sean regadas manualmente.