En los últimos 40 años, la ciudad de Babahoyo, Ecuador, con una población aproximada de 150 mil habitantes, ha sufrido una disminución importante en la construcción de vivienda colectiva de soporte gubernamental. Sumado al desarrollo de modelos urbanísticos especulativos de enfoque económico en las periferias de la ciudad. Esto y otros procesos urbanos han derivado en el continuo deterioro de los bloques multifamiliares, segregación social, la privatización del espacio público, abandono de las unidades de vivienda y un aumento en su percepción de inseguridad. La Operación entre apartamentos se ubica a las orillas del río del casco urbano, donde una joven pareja buscaba desde siempre la oportunidad de habitar el centro de la ciudad, junto deciden adquirir un apartamento en desuso en un edificio de vivienda colectiva de los años 80 frente al río. La configuración tradicional del apartamento es rígida, de escasa iluminación y con incapacidad de adaptarse a nuevas necesidades. La intervención plantea como objetivo generar un espacio que albergue distintas oportunidades de uso, flexible y, sobre todo, transformable. Con ello se conceptualiza el uso de seis operaciones. Rotación: Mesa giratoria (de escritorio oficina a expansión de comedor). Deslizamiento: Paredes deslizables (de cuarto de visita a expansión de sala). Elevación: Mesón elevado con poleas (de barra desayunador a expansión de cocina). Plegabilidad: Paneles chazas (de sala a expansión de terraza). Abatibilidad: Cama/ropero (de sala a espacio de descanso). Doble uso:La ventana es asiento, la barandilla es jardinera, el tronco de madera reciclado es la iluminación principal. Los mecanismos de cada operación fueron construídos en base a prueba y error, in situ. Usando técnicas y mano de obra artesanal local; configurados así con materiales de la costa ecuatoriana, tales como fibras vegetales, madera, textiles y alfarería del sitio. Se busca como objetivo, explorar nuevas posibilidades de habitar a partir de realidades contemporáneas; desde lo requerido por un universitario, hasta una familia numerosa. En este sentido, el uso de los espacios evoluciona por el actuar y necesidad de quien la habite. Así se mantiene una perspectiva flexible, adaptable y convertible que reflexiona sobre lo que ya se tiene. Los procesos de habitabilidad colectiva son complejos; la arquitectura es una herramienta más para mejorar las condiciones de una realidad comunitaria desconectada, disfuncional e insegura. Sin embargo, la intervención en el apartamento dio inicio en Marzo del 2022; al día de hoy, las operaciones se han extendido, por motivación vecinal, hacia la renovación de una fracción del cerramiento y la generación de un negocio familiar en planta baja. Así como la decisión colectiva de pintar las fachadas y las áreas comunales de uno de los cuatro edificios del bloque; actualmente se ha generado un chat barrial, donde se planifica en conjunto futuras intervenciones. La rehabilitación revaloriza los espacios en desuso mediante pequeñas operaciones accionables que transforman los modos de habitar, desde la unidad de la vivienda hasta la colectividad del edificio; dinamizando los centros urbanos y buscando generar el escenario adecuado para que nuevas formas de colectividad sean posible.