Las Rocas
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: México
Participantes:
- Arq. Ignacio Urquiza Seoane
- Arq. Ana Paula de Alba
Memoria
Las Rocas es un conjunto de cuatro casas ubicado en la parte norte de la Peña de Valle de Bravo, una zona acantilada muy rocosa y con vegetación única. El terreno cuenta con una superficie de 6,400 m2 y colinda con una reserva natural protegida, lo que nos llevó a entender al conjunto como una extensión de la misma.
El acceso al conjunto se realiza por una pequeña calle empedrada que remata en una plaza distribuidora donde se ubican los servicios: estacionamientos, bodegas y equipos principales, como cisternas, cuartos de máquinas y plantas de tratamiento. A partir de este espacio, los usuarios deben dejar sus vehículos y caminar por veredas, escaleras y plazoletas, lo que logra una desconexión inmediata del contexto urbanizado.
La elaboración del proyecto partió del estudio del programa: pensamos en un sistema dinámico que permitiera generar diferentes configuraciones con las cuales obtener las composiciones adecuadas para cada ubicación.
El resultado son cuatro casas compuestas por los mismos módulos y componentes, pero cada una con un acomodo completamente distinto en respuesta a sus características específicas: un juego de volúmenes que tiene la libertad de moverse en seis direcciones (adelante, atrás, arriba, abajo, izquierda, derecha). Estos volúmenes no se tocan entre sí: su separación crea vacíos, vistas, entradas de luz y ventilaciones. Por ello, un baño puede ser una piedra o un árbol ser parte del techo, la naturaleza es el eje rector de diseño.
Como en muchos de nuestros proyectos, los módulos se diseñaron por separado en el estudio y posteriormente se trazaron en sitio hasta encontrar su mejor ubicación. Después buscamos conectarlos con el pasillo, eje lineal que funge como el elemento de circulación horizontal y vertical y que va adoptando dimensiones, medidas y niveles de acuerdo con la posición de cada uno de los volúmenes que integran el programa. De esta forma, los recorridos van hilvanando la arquitectura con su contexto, de modo que lo construido se adapte al sitio.
El contraste entre los volúmenes cerrados y la apertura de los pasillos busca dar distintas sensaciones en el modo de habitar estos espacios: la contención del sitio destinado a dormir y la circulación abierta por el proyecto. El pasillo, además de ser conector, capta la luz del sur y el calor del sitio, lo que modula la temperatura de las casas gracias a las sombras generadas por la peña y la orientación de las casas hacia el norte.
La sala y el comedor cuentan con una ventana en esquina creada por un cantilever de 5 x 10 m que permite abrir el espacio y conectar el interior con el exterior de manera directa. Este gesto permite que la sala y comedor sean elementos programáticos principales. La cocina se encuentra en el mismo espacio y en algunas ocasiones se puede conectar con un muro corredizo. Las terrazas, por su parte, fueron las últimas en diseñarse: se trazaron en sitio para adaptar sus medidas a las posibilidades de contexto.