La Balsanera
Ganador
Premio de participación: Premio Nacional
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: Ecuador
Participantes:
- Arq. Natura Futura
- Arq. Juan Carlos Bamba
Memoria
En Ecuador, las casas flotantes del río Babahoyo se constituyeron como uno de los principales puntos de acopio y descanso de la Colonia española en la ruta comercial de mercaderes entre las ciudades de Guayaquil y Quito. En la actualidad, el río ha dejado de ser una vía comercial fluvial lo que ha reducido el número de estructuras flotantes de 200 a 25, aumentando su riesgo de extinción, pese a ser reconocido como Bien Patrimonial Inmaterial del Ecuador.
El SAT (Sharjah Architectural Triennial) convoca a equipos de arquitectura para desarrollar una exhibición que ponga en valor la importancia de la escasez, la reutilización de recursos y la valorización de técnicas ancestrales basadas en la naturaleza en el Sur Global, entre los que se encuentra el estudio Natura Futura, que en colaboración con Juan Carlos Bamba, plantean utilizar los recursos de la exposición -que comúnmente son empleados en construcciones efímeras y posteriormente desechadas- para construir la primera casa flotante sostenible en Babahoyo, Ecuador con el objetivo de recuperar la tradición de habitar en el río.
La Balsanera explora soluciones flotantes que recuperen las técnicas artesanales locales mientras que se potencia la participación activa y productiva de los ocupantes en comunidades vulnerables, donde urge fortalecer su resiliencia y sostenibilidad para iniciar la generación de políticas públicas que permitan recuperar el hábitat tradicional en el río. El objetivo es plantear un modelo de vivienda flotante dirigida a Don Carlos, Doña Teresa y su hijo menor. Una familia que habita el río hace más de 30 años y que utiliza el ecosistema inmediato como su recurso principal. Carlos se dedica a la reparación de botes de madera, mientras que Teresa prepara comida tradicional, la cual es vendida a las comunidades locales. La vivienda en la que habitan presenta un estado crítico en su estructura y servicios básicos, impidiéndoles realizar sus actividades de sustento de forma digna y sostenible.
El proyecto propone sistemas responsables con el medio ambiente como la utilización de un baño seco, filtros para la reutilización del agua del río, limpieza de desechos biológicos, energía solar y un huerto flotante para abastecer los recursos utilizados por Teresa en su cocina. El sistema constructivo se basó en el uso de madera local, como el laurel y la caña picada; mientras que el sistema de flotabilidad es fortalecido mediante estructuras híbridas de metal y plástico reciclado. Las piezas estructurales fueron pensadas de forma modular, lo que facilita su replicabilidad y transmisión de conocimientos entre los artesanos y los arquitectos. La distribución interna de la vivienda mantiene la configuración de la vivienda original, conservando el mono espacio interno de sala, comedor y cocina, y dos habitaciones. Se añadieron en los extremos laterales dos franjas: una productiva (taller de botes), y otra de servicio (baño seco, lavandería, inodoro y ducha). La plataforma remata hacia el río con una terraza productiva donde se genera la posibilidad de extender el servicio de alimentos tradicionales, encuentro social, y anclaje de botes turísticos.