KATARI CUMBAYA

Ganador
Premio de participación: Premio Nacional
Categoría de participación: Intervención en Arquitectura no Patrimonial
País de representación: Ecuador
   Participantes: 
  • Arq. TEC TALLER EC

Memoria

En uno de los valles adyacentes a la ciudad de Quito, se encuentra Katari Cumbaya, un restaurante que nace de la intervención sobre el espacio construido, dos naves preexistentes y un jardín residual se configuran, después de la intervención, como la suma de experiencias arquitectónicas. Una actitud frente a decisiones proyectuales que anteponen al sujeto que vive la naturaleza, por sobre intenciones volumétricas o formales aisladas,se trata de espacios al servicio de las percepciones espaciales, Juhani Pallasmma los llamaría “espacios existenciales”, para distinguirlos de los espacios físicos y geométricos. Katari no es un proyecto que se contempla desde fuera como un objeto estático o un cascarón, es un proyecto que se vive desde adentro como un organismo vivo. EL PATIO. DE ESPACIO RESIDUAL A PROTAGONISTA El primer gesto conecta en diagonal una pequeña antesala con un jardín de protagonista, todas las miradas se vuelcan sobre esta naturaleza controlada de árboles abundantes y generosos, las naves se abren hacia el interior y el patio se percibe como un bosque. A partir del diseño de la caminería, pequeñas islas que contienen los árboles, se dibuja la circulación. Al exterior el programa es una barra de servicios junto a los espacios de estancia. El espacio a cielo abierto es un ropaje flexible para que el usuario pueda apropiarse y sacarle partido al temporal. PASARELAS. HABITAR LAS COPAS DE LOS ARBOLES La intención más contundente es elevar los “espacios existenciales” hasta las copas de los árboles. Refuerza la idea de aproximar la experiencia al clima, se trata de una estructura abierta, de movilidad y estancia elevada del suelo con relación directa a la verticalidad de la vegetación. Las pasarelas enmarcan la relación del patio con el cielo, dibujan los límites espaciales y se proyectan sobre la cubierta de la fachada principal hacia el espacio público en un graderío mirador que se vuelca a la ciudad. CENOTES, BUSCAR LA LUZ ANTETODO En el espacio interior la cubierta preexistente es intervenida, se rasga el paraguas para poder ver las estrellas. Tres elementos seriados configurados con cilindros metálicos, se abren en la mitad de las naves para meter luz a un volumen originalmente oscuro. No vivimos en un mundo objetivo de materia y de hechos, la forma de existencia característicamente humana tiene lugar en el mundo de las posibilidades y está moldeada por nuestra capacidad de imaginar y fantasear. La propuesta en Katari Cumbaya se permite romper los límites de una arquitectura objeto para dar el salto a una arquitectura de la emoción, la sorpresa y la experiencia, el encargo así lo demanda, y las respuestas que se encuentran siempre son espaciales, no dejan de ser arquitectónicas, abordadas desde la alegría del juego, la arquitectura toma sentido.

Ubicación