Espacio Sano y Seguro

Premio de participación: Premio Hábitat
Categoría de participación: Intervención Barrio o Vecindario
País de representación: Ecuador
   Participantes: 
  • Arq. Carolina Rodas
  • Arq. Carla Chávez
  • Arq. Felipe Donoso

Memoria

El proyecto “Espacio Sano y Seguro” en Ambato, liderado por la Global Infrastructure Basel Foundation, en colaboración con ICLEI, el municipio local y la Fundación TANDEM, se enfoca en la regeneración urbana con un enfoque participativo, buscando empoderar a los jóvenes para co-diseñar entornos urbanos más seguros e inclusivos. El área de intervención principal abarca la calle Yasuní, en las inmediaciones de la Universidad Técnica de Ambato y la Escuela La Salle, con el objetivo de revitalizar los espacios públicos y transformarlos en zonas de cohesión barrial mediante estrategias de bajo costo y alto impacto social. El diseño del proyecto se centra en la creación de espacios urbanos multifuncionales y flexibles, adaptables a diferentes usos y tiempos. Las intervenciones priorizan el tránsito peatonal sobre el vehicular, ampliando el espacio público disponible y promoviendo áreas de convivencia, recreación y encuentro para los residentes. Esta redistribución del espacio busca mejorar la seguridad y la calidad de vida de los habitantes, facilitando el uso continuo y dinámico de los espacios por parte de la comunidad. Se han introducido elementos de gran escala para potenciar la funcionalidad de los espacios, utilizando materiales duraderos capaces de soportar el tráfico peatonal intenso. Estos elementos no solo aportan a la estética urbana, sino que también fomentan actividades recreativas y de integración social. Además, se ha incorporado una intervención paisajística con la plantación de árboles endémicos, que a mediano y largo plazo proporcionarán sombra y mejorarán la sostenibilidad del área, creando un microclima favorable para el disfrute del espacio público. El proyecto ha demostrado un notable impacto en la dinámica social del entorno. Los espacios revitalizados han sido apropiados por la comunidad, convirtiéndose en lugares de encuentro para el aprendizaje colectivo, el arte y la cultura. Estas áreas fomentan la cohesión social y permiten que los residentes participen activamente en la creación de nuevas iniciativas comunitarias. La integración de murales en colaboración con artistas locales y empresas públicas refuerza la identidad del lugar, promoviendo valores de respeto, pertenencia y seguridad. El proyecto destaca por su enfoque en intervenciones urbanas inclusivas que promueven la seguridad y la convivencia, transformando el espacio público en un motor de desarrollo social. La combinación de estrategias de diseño participativo, la incorporación de elementos artísticos y la mejora del paisaje urbano refuerzan el sentido de comunidad y contribuyen al fortalecimiento de la agenda cultural y educativa local. Este proyecto es un claro ejemplo de cómo el urbanismo social puede mejorar la calidad de vida en entornos urbanos, promoviendo un crecimiento sostenible y equitativo en beneficio de todos los ciudadanos.