EL SENA: Rehabilitación Patrimonial para Todas las Formas de Vida.

Premio de participación: Premio Medalla de Oro
Categoría de participación: Intervención en arquitectura preexistente
País de representación: Ecuador
Participantes:
- Arq. Melanie Kimberly Pavón Villagómez
Memoria
El proyecto de rehabilitación patrimonial en el barrio San Sebastián de Quito-
Ecuador, tiene sus raíces en un espacio que ha sido testigo de transformaciones
históricas a lo largo de los siglos. Originalmente, en 1815, este lugar funcionaba
como un puesto militar y una aduana en la entrada sur de la ciudad. En 1938, el
espacio fue reutilizado como uno de los primeros complejos de piscinas públicas
en la capital, el Complejo Deportivo de El Sena, que durante décadas fue un lugar
de encuentro y recreación. Sin embargo, tras más de 20 años de abandono, este
patrimonio ha caído en el deterioro, representando no solo una pérdida física, sino
también un olvido de su valor cultural y social.
Rehabilitar este patrimonio no solo es una oportunidad para rescatar un fragmento
de la memoria colectiva de Quito, sino que también plantea una visión innovadora
que lo convierte en un refugio para todas las formas de vida. El proyecto propone un
enfoque arquitectónico que va más allá de preservar el pasado, adaptando el
espacio para atender a una problemática contemporánea: la creciente presencia
de animales en situación de calle. En lugar de limitarse a la funcionalidad y belleza
de los espacios para los seres humanos, esta intervención busca integrar a los
animales comunitarios en el tejido urbano, generando un ecosistema equilibrado
donde puedan convivir armoniosamente seres humanos y no humanos.
Esta arquitectura multifuncional está diseñada con el objetivo de responder a las
necesidades específicas del entorno, no solo desde una perspectiva estética o
histórica, sino también ética.
Con esta propuesta, se vislumbra una arquitectura inclusiva, que no se limita a
resolver problemas humanos, sino que propone un entorno donde todas las formas
de vida puedan habitar. La rehabilitación patrimonial, entonces, no es solo un gesto
hacia el pasado, sino una apuesta hacia el futuro de la ciudad, donde la fauna y flora
urbana dejan de ser un elemento marginal y pasan a formar parte activa del paisaje
urbano.
Este enfoque plantea una reflexión más amplia sobre el rol de la arquitectura en
nuestras ciudades: ¿cómo podemos diseñar espacios que no solo respeten nuestra
historia, sino que también contribuyan al bienestar de todas las formas de vida que
habitan en ellas? Rehabilitar el patrimonio de esta manera no es solo preservar
edificios antiguos, sino regenerar espacios que acojan el presente y aseguren un
futuro más inclusivo, sostenible y ético.