Con conocimiento de que la segregación es un fenómeno dinámico, que se puede transformar y depende de algunos factores, es viable encontrar en él una oportunidad para generar mejores respuestas ante los inconvenientes que ocasiona. Por ello, en nuestro proyecto surgió el interés de analizar, reflexionar y plantear, a través del raciocinio y la conciencia socio-espacial, condiciones tangibles para que la ciudad pueda construirse en mejores situaciones sociales, Así, en el proceso, se identifican espacios públicos a escala barrial que presenten dificultades para integrarse con la ciudad a nivel espacial y social; en tanto que, se analiza según situación a escala de: inclusión, segregación y exclusión. Al término, el análisis refleja que el parque a intervenir se posiciona dentro de las condiciones más bajas: exclusión, y sumado a esto, el carácter de un espacio inseguro y la fractura urbana tan cercana. No obstante, con esto se condensan ideas en estrategias de diseño: un enfoque que no responde solo a una problemática social, sino también a la flexibilidad que estos espacios deberían ofrecer para poder integrarse al entorno inmediato como a la ciudad. De ahí, que se resuelva el parque reconociendo todas sus necesidades: se inserta un equipamiento seccionado en dos volúmenes y conectado mediante la pérgola, que, junto a la relación con la topografía, integran todos los espacios; la pérgola se define como el elemento base que puede transformarse, y el equipamiento refuerza las actividades del barrio, sean estas, deportivas, académicas, productivas o recreativas. En definitiva, parte indispensable del diseño, fue considerar el análisis de la cotidianidad -en diferentes escalas- de la ciudad, tanto como criterios de diseño flexibles. Pero comprender el concepto de este último mencionado, incluyó apoyarse en dos componentes fundamentales: la configuración territorial y la dinámica social, encontrando aspectos cotidianos, que terminaban de definir la identidad del sector, y consecuentemente, de la urbe. Por consiguiente, se reconoce que el parque Juan Bautista Stiehle se encuentra en un barrio altamente comercial por su cercanía con el Mercado El Arenal, y en este sentido, la decisión fundamental radicó en espacios que adquieran un sentido relacionado a esta actividad, donde el programa esté enfocado en el intercambio de conocimientos en la diversidad de campos productivos y comerciales, convirtiéndose y anclándose en el reflejo de lo que la ciudad ofrece.