El espacio intersticial, desde el campo Marzio de Piranesi hasta la intervención en la Plaza Belmonte en Quito

Premio de participación: Premio Medalla de Oro
Categoría de participación: Intervención en arquitectura preexistente
País de representación: Ecuador
   Participantes: 
  • Arq. NICOLÁS ALEJANDRO SÁNCHEZ PUMA
  • Arq. KLEVER FRANCISCO VÁSQUEZ VARGAS

Memoria

El trabajo de fin de carrera pretende abordar la Ichnographiam del Campo Marzio de G. B. Piranesi, basándose en el análisis del espacio intersticial como técnica y procedimiento proyectual que aborda la ciudad histórica de Quito, para establecer una discusión sobre la adaptación y reúso de edificios existentes a través de un proceso experimental que aborde la especificidad de la arquitectura. De esta manera, el propósito es estudiar el intersticio como el lugar de encuentro entre dos polaridades: lo público y lo privado, basándose en teóricos como Manfredo Tafuri, Colin Rowe, Fred Koetter y Pier Vittorio Aureli. Por lo tanto, esta investigación proyectual detona distintos temas, que permiten poner en crisis la ciudad histórica de Quito a través del registro y análisis de sus monumentos como hechos urbanos, mediante las operaciones de Piranesi realizadas en la Ichnographiam del Campo Marzio, para encontrar el intersticio en uno de los monumentos registrados de la ciudad. A causa de ello, se establece la Plaza Belmonte como una posibilidad de proyecto tomando en cuenta su espacialidad preexistente que concentra en la geometría de sus bordes, la mayor cantidad de espacios intersticiales. Desde este punto, los intersticios serán reinterpretados como un mecanismo de enlace, que aborda el tema de la intervención a través de la experimentación, la observación, el relevamiento y la documentación. En este sentido, los procedimientos proyectuales desarrollados generan un proyecto que no fue pensado con un carácter unitario o apriorístico, si no a través de las soluciones particulares que surgen de un reconocimiento fragmentario y heterotópico de lo existente, permitiendo a la Plaza Belmonte abrirse e integrarse nuevamente a la ciudad. Finalmente, la Plaza se relaciona con el entorno desde la escala urbana porque se sitúa como un estabilizador en un momento intermedio entre la ciudad histórica y la moderna, articulando dos escalas a través de lo colectivo y lo individual, reforzando con cada intervención el carácter urbano de la plaza.