Paisaje del barrio. El edificio se encuentra en un predio entre medianeras ubicado en el barrio Palermo, cercano a la Rambla Sur de Montevideo y al Río de la Plata, dentro del área patrimonial “Reus al Sur”. Intervenir en un entorno urbano de alto valor patrimonial, implica el desafío proyectual de materializar una imagen y espacialidad arquitectónica auténtica y contemporánea, que a su vez logre una convivencia sensible con el paisaje urbano del entorno, reconociendo sus valores históricos sin apelar a la mímesis. Por su parte, la normativa de protección patrimonial solicita respetar determinadas características tipo morfológicas del barrio histórico: alineación de la fachada al límite del predio sin retiro frontal, reconstrucción del volumen de la manzana, conservación del espacio comprimido de la calle, ocupación intensiva del suelo y reconocimiento de los principales elementos y características de la arquitectura histórica del entorno de fines de s. XIX, como ser postigos, salientes, llenos y vacíos, ritmo de vanos, entre otros. Organización programática. El proyecto organiza las viviendas en dos volúmenes simétricos orientados hacia las fachadas frente (al sur) y contra frente (al norte), con un único núcleo de circulación central, generando una ocupación intensiva del suelo en torno a patios interiores, característica de la morfología de la manzana y su entorno. En el basamento de planta baja se dispone el programa más público. Un espacio libre exterior y cubierto contiene los accesos y el estacionamiento, y una galería de arte se orienta hacia la vereda. La distribución busca ser simple y eficiente, generando un recorrido a través de los espacios comunes del edificio que se iluminan y vinculan a través del patio central. El interior de las viviendas de planta tipo se organiza en torno a un espacio social amplio que integra la cocina y se proyecta al espacio exterior de la terraza, buscando amplificar la iluminación, la espacialidad y la versatilidad de los usos. La zona íntima de dormitorios se orienta hacia los patios centrales con cerramientos más opacos. En la última planta, se proyectan viviendas más amplias, y se quiebra la cubierta en dos niveles generando mayor altura en el espacio principal y en la terraza, multiplicando el ingreso de la luz. La azotea es ocupada como un patio exterior, tradición característica de estos barrios compactos. Escalas de la fachada. El plano de fachada se resuelve con un cerramiento de postigos fijos y móviles de color blanco y permeables a la luz. Su diseño resuelve dos necesidades arquitectónicas de escalas diferentes. Por un lado, la permeabilidad y la movilidad permiten regular la iluminación, la intimidad y la apertura del espacio interior de la vivienda hacia el exterior. Por otro lado, su geometría plana y alineada al límite de edificación recompone el volumen de la manzana, mientras que su modulación y los diferentes efectos de la luz sobre su materialidad generan un diálogo con el ritmo de vanos y salientes reconocido en las fachadas del tramo urbano, integrando su imagen nueva y abstracta al paisaje histórico del entorno.