El proyecto consiste en el desarrollo de un edificio de 252 departamentos de 1 a 3 dormitorios, ubicado en una zona céntrica de Santiago, cercana a colegios, transporte público y centros deportivos. Esta área se encuentra en un proceso de regeneración habitacional, ya que antiguamente era una zona industrial, permitiendo tener terrenos más grandes y con proyectos de escala mayor, pero con una carencia de espacio público. El terreno del proyecto abarca toda una cuadra, lo que permitió diseñar dos plazas públicas en las esquinas y establecer una relación armónica entre lo privado y lo público. El proyecto se basa en la idea de que la calidad de un edificio de vivienda colectiva reside en la calidad de sus espacios comunes y en la experiencia de cómo sus habitantes llegan a su casa. Por ello, se crearon 2.900 m2 de áreas comunes, promoviendo el encuentro entre los vecinos. Para lograr esto se realizaron tres operaciones: primero, se retranqueó el subterráneo y el primer piso, generando un patio enterrado de 681 m2, que ilumina y ventila el subterráneo, además de suavizar la escala del edificio para los peatones. Segundo, se ubicaron escaleras a menos de 10 metros de los departamentos, con circulaciones abiertas y abalconadas hacia el patio central. Finalmente, se diseñaron miradores en distintos pisos, sin sacrificar densidad, y se optimizó la orientación solar con persianas de aluminio, logrando un ahorro energético cercano al 60%. La cubierta se destinó a terrazas para la comunidad, fomentando el encuentro en espacios comunes, tanto en áreas de esparcimiento como en circulaciones, manteniendo la idea de interacción comunitaria.