Introducir un paisaje y extender la biblioteca por el campus. La intervención del edificio Padre Rafael García Herreros, en la Universidad Minuto de Dios, Sede calle 80, busca transformar un espacio preexistente en un Centro de Recursos para el Aprendizaje, la Investigación y la Innovación (CRAII) potenciando la experiencia educativa. Además de renovar la biblioteca, se intervinieron áreas complementarias como los patios, el comedor, la capilla y se ubicaron nuevas oficinas en el primer piso. Antes de la intervención, el edificio era un espacio más cerrado y segmentado, con áreas que no fomentaban el uso colectivo ni la interacción. Tras la remodelación, se convierte en un espacio abierto, flexible y lleno de luz, diseñado para el aprendizaje y la colaboración. Sobre las alturas, se manejaron cuidadosamente para crear amplitud y permitir la entrada de luz natural, generando un ambiente más saludable para los usuarios. Por otra parte, la selección de materiales fue clave en este proceso: el vidrio maximiza la entrada de luz y permitio relacionarse con el patio. El metal y el concreto proporcionan durabilidad mientras que la madera añadió calidez y confort. El concepto del proyecto se centró en reimaginar un espacio de aprendizaje como lugar de encuentro que fomente la interacción y el intercambio entre estudiantes, profesores e investigadores por lo cual debía ser adaptable y funcional. Para lograrlo, se propuso aprovechar los recursos existentes para que dialogaran con nuevas áreas y materiales. Elementos añadidos como las graderías, áreas de trabajo colaborativo y espacios abiertos otorgan dinamismo cambiando la percepción y la funcionalidad del edificio. Una estrategia arquitectónica esencial fue convertir los libros en elementos visibles y protagonistas, integrándolos directamente en el diseño espacial. Reforzando la identidad del CRAII como centro de conocimiento, haciendo que la estructura no sea solo un contenedor, sino una extensión de su propósito educativo. Además, extender el CRAII a el patio lleva el aprendizaje más allá de los espacios tradiciones creando una conexión entre el interior y el exterior. Generando nuevas áreas de estudio y socialización al aire libre, lo que permite ampliar la capacidad de la biblioteca para atender a más usuarios en diferentes ambientes. Desde una perspectiva arquitectónica, esta extensión permite aprovechar el espacio exterior como un recurso educativo, integrando áreas verdes y patios como lugares para la investigación, el trabajo colaborativo o descanso. Uno de los aspectos más icónicos del proyecto es la inclusión de graderías tanto en el patio como en el interior de la biblioteca, configuradas como puntos de encuentro e interacción. El patio, completamente renovado, se ha convertido en el “Corazón del Campus”, revitalizando la vida universitaria al brindar un espacio dedicado al bienestar y la comunidad académica. La intervención en el CRAI de Uniminuto es un ejemplo de cómo la arquitectura puede transformar un espacio existente en un entorno moderno, flexible y adaptado a las necesidades de una comunidad educativa en constante evolución, convirtiéndolo en un espacio emblemático que simboliza el futuro de la educación, la investigación y el compromiso constante con la excelencia.