Colegio Lucila Rubio de Laverde

Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Equipamiento
País de representación: Colombia
Participantes:
- Arq. Diego Franco Coto
- Arq. Jorge Sanchez Herrera
- Arq. Hector Loli Rizo Patron
- Arq. Moris Fleischman Nessim
Memoria
El Colegio Lucila Rubio de Laverde es una institución educativa local, promovida por la Secretaría de Educación y la Alcaldía de Bogotá. Es el resultado de un concurso público organizado por la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA). El proyecto fue diseñado para 1,040 estudiantes en un terreno ubicado en Engativá, en el borde oriental de la ciudad, flanqueado por la Vía Anillo Hídrico del Río Bogotá y los Humedales de Jaboque.
El terreno está ubicado en una zona de expansión en medio de desarrollos de viviendas de gran altura. La geometría se compone de una plataforma de dos niveles a modo de claustro y una barra de crujía sencilla orientadas hacia el norte con vistas al humedal. El claustro, compuesta por una plataforma de dos niveles, conforma un borde activo y poroso que dispone una parte del programa para ser usada por los habitantes del sector, previniendo el uso de rejas o líneas de cerramiento en favor de una experiencia integradora del espacio público y la arquitectura con la comunidad. Los espacios públicos de la escuela tienen accesos independientes, lo que permite su uso evitando muros y creando un espacio para actividades públicas.
Los salones se organizan en una estructura longitudinal porticada de seis pisos que define el lado del río del terreno y responde a la escala metropolitana del proyecto. Esta barra se concibió como un edificio permeable con vacíos de doble altura que dan al río y una fachada translúcida que permite una relación visual constante con el paisaje circundante. Este enfoque no solo optimiza la ventilación y la luz natural, sino que también integra la naturaleza en la experiencia educativa. Hacia el interior, el tipo de claustro central se despliega y se extiende hacia las plataformas, maximizando las áreas recreativas y generando varios espacios de encuentro al aire libre para los estudiantes.
En los primeros niveles se ubican las áreas dedicadas a los estudiantes más pequeños, dejando los tránsitos más extensos para los estudiantes de secundaria. Este elemento se plantea como un volumen transparente, que incorpora espacios intermedios de doble altura y planos interiores translúcidos, a fin de flexibilizar la enseñanza formal y permitir que los salones se extiendan hacia espacios sin un uso definido. El revestimiento principal se hace en ladrillo, en línea con las posibilidades presupuestales y de mantenimiento para proyectos públicos, con aperturas controladas para protección solar en salones y espacios privados y planos en vidrio de piso a techo en espacios de extensión. El plano interior de fachada usa paneles metálicos microperforados para asegurar la ventilación y traer luz al interior de forma controlada sin perder transparencia.
El proyecto destaca por su enfoque en la integración de espacios educativos con el entorno natural, la sostenibilidad ambiental, y la promoción de la equidad social. Su diseño refleja el compromiso con una educación accesible y un entorno construido resiliente y adaptado a las necesidades de la comunidad.