CASA CIENEGUILLA

Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: Perú
   Participantes: 
  • Arq. RODOLFO JAIME CORTEGANA MORGAN
  • Arq. PATRICIA MARIA LLOSA BUENO

Memoria

La arquitectura del antiguo Perú nos confronta permanentemente al presente, a la manera en que el territorio ha sido transformado por ella y en el que sus edificios nos permiten todavía seguir disfrutando de una experiencia arquitectónica en pleno siglo XXI. La arquitectura Inca de manera particular supo transformar y construir nuevos imaginarios en los lugares en donde se asentaba, estas acciones arquitectónicas nos animaron a generar lecturas y decodificaciones que develaron hallazgos desde las cuales operamos esta casa. En el encuentro de un trazo ortogonal y absoluto, se define la totalidad de la casa y una única sección en diálogo con esta memoria establece la organización espacial del programa. La inserción del espacio vertical del muro Inca nos define la escala de los recorridos interiores. La casa se muestra a partir de una secuencia de muros que definen su masa, con diversas materialidades que van acompañando el recorrido en el encuentro con su ingreso. Es la cultura material que nos permite el uso del tapial, el cual nos recibe rugoso y rojizo como continuidad del entorno construido. El concreto más esbelto en su corporeidad, define la escala del muro que contiene la verticalidad del espacio interior, así como sus aberturas y umbrales. Este proyecto hace conjugar en el mismo territorio, el trazo quebrado del tapial, el cual contiene una intimidad familiar a partir de pequeños patios, como la geometría ortogonal del espacio vertical definido por el muro de concreto visto. La relación con la mirada hacia los cerros que circundan el lugar, se establece desde una cobertura horizontal como continuidad del espacio vertical, la cual enmarca la profundidad del solar y nos integra a la escala del paisaje. Las acciones arquitectónicas de la arquitectura Inca retornan desde una lectura contemporánea a partir de representaciones que marcan las posibilidades de nuestra propia disciplina en el presente, es así, que nos reconocemos como parte de algo mayor, como una continuidad que sigue habitando nuestro territorio.