La Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad del Azuay, ubicada en Cuenca, Ecuador, ha sido testigo de una significativa transformación con la remodelación de uno de sus edificios emblemáticos. Este proyecto, llevado a cabo en respuesta al sismo del 18 de marzo de 2023, aborda la necesidad urgente de rehabilitar una estructura antigua que no cumplía con las normativas actuales de seguridad y confort. La edificación, está emplazada en una zona geológica compleja, sujeta a fallas sísmicas. Este factor, combinado con la antigüedad de la estructura, hizo necesario un enfoque integral de restauración para asegurar tanto la integridad estructural como la funcionalidad del edificio. La remodelación se centró en fortalecer la estructura existente, adaptándola a los estándares modernos y mejorando su capacidad para soportar cargas y resistir movimientos sísmicos. Se reforzó la estructura existente con unas metálicas en forma de X, para proporcionar estabilidad y poder redistribuir las cargas de manera más efectiva. Así también, se decidió demoler dos pisos, con el objetivo de reducir las cargas que el edificio debe soportar. Esta decisión también permitió rediseñar el edificio para adaptarlo a las nuevas necesidades de la comunidad universitaria, la reorganización de los espacios permitió una distribución más eficiente y funcional, integrando nuevas áreas de uso que fomentan la interacción y el bienestar de los usuarios. El diseño renovado del edificio da prioridad al acceso universal. Se crearon dos bloques de circulación diferenciados: uno para las escaleras y otro para el ascensor, garantizando una movilidad fluida y sin obstáculos para todos los usuarios. Entre las nuevas incorporaciones destaca una cafetería que, además de ofrecer un espacio para la socialización y el descanso, se beneficia de su ubicación privilegiada dentro del campus. Las amplias visuales de la ciudad de Cuenca convierten a este espacio en un lugar de encuentro donde la comunidad universitaria puede disfrutar de vistas panorámicas de sus alrededores, generando una conexión visual entre el entorno académico y la ciudad. En términos formales, el edificio presenta una combinación contemporánea de materiales. Se utilizó ladrillo panelón, junto con planchas metálicas de color negro que aportan un contraste elegante. Los ventanales han sido cuidadosamente pensados para controlar la radiación solar, maximizando la eficiencia energética y el confort interior.