ATLAS SENSIBLE
Ganador

Premio de participación: Premio Publicaciones
Categoría de participación: Libros
País de representación: Perú
Participantes:
- Arq. Sandra María Barclay Panizo
Memoria
En el proceso de escribir este libro sentí la necesidad de ir y venir entre un tiempo contemporáneo y un tiempo referido a nuestras memorias y culturas ancestrales. Me vi inserta en un diálogo permanente entre un conocimiento universal determinado por el paradigma occidental moderno y una sabiduría latente que no sabemos entender. Por un lado, este libro puede ser una oportunidad para traer estos saberes al presente y mirar hacia el futuro desde el pasado. Por otro, es también una oportunidad para proyectar una mirada alternativa hacia nuestro territorio y, con ello, contribuir a la construcción cultural del paisaje en el Perú.
En el marco de la Maestría de Territorio y Paisaje de la Universidad Diego Portales, que cursé junto con mi socio —Jean Pierre Crousse— en 2012-2013, propusimos estudiar la Vía Interoceánica Sur, inaugurada dos años antes, la cual atraviesa el Perú transversalmente, desde la costa del Pacífico hasta la frontera tripartita con Brasil y Bolivia.
La gran oportunidad que esta nueva ruta nos ofrecía era descubrir una suerte de ‘sección de Humboldt’, la cual podía ser recorrida por vía terrestre por primera vez en la historia del Perú. Es así como decidimos que lo primero que había que hacer era reconocerla con una aproximación experiencial y empírica con el fin de renovar nuestra mirada hacia el territorio. Teníamos algunas pistas sobre lo que queríamos analizar, pero estábamos abiertos a poner en duda nuestras propias premisas de investigación. Emprendimos el viaje en julio de 2012: desde el Puerto de Marcona hasta Iñapari, durante seis días consecutivos.
Sin ser conscientes de ello ni proponérnoslo, estábamos retomando la tradición de los científicos y naturalistas del siglo XIX: recorrer físicamente el territorio para comprenderlo. Siguiendo las trazas de Humboldt terminamos construyendo dos aproximaciones complementarias a la necesidad personal de entender el territorio desde la experiencia del recorrido.
Mientras que Jean Pierre se dedicó al estudio de los paisajes prototípicos peruanos, yo emprendí el viaje con la obsesión de entrar en contacto con la dimensión de este territorio para entender la complejidad y diversidad dentro de su inmensidad. Medir con el tiempo fue la herramienta para aproximarme a esta gran dimensión. Marcar puntos y registrarlos de una manera sistémica me permitió armar un Atlas que trasciende lo geográfico, aun sin tener claro qué elementos constituirían esta nueva manera de representar el territorio.
Este libro es el resultado de ese viaje, de lo que aprendí recorriendo, de lo que tuve que indagar para entender lo que estaba llevando a cabo. Se compone de dos partes: la primera más reflexiva y la segunda —que podría ser autónoma con respecto a la primera— planteada como un producto, un Atlas. Este documento no es geográfico ni cartográfico. Es un Atlas de lo sensible, de la experiencia, del tiempo, del espacio. Es un documento abierto a ser completado por el lector o por el viajero que lo utilice al recorrer la sección de los Andes peruanos, ya sea físicamente o a través de este Atlas.