Edificio Huaca
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Vivienda Multifamiliar
País de representación: Perú
Participantes:
- Arq. Moisés Guillermo Porras Ramírez
Memoria
Los paisajes naturales, culturales y urbanos que hoy habitamos en Latinoamérica son el resultado de la doble acción artística del ser humano de mirar y modelar el territorio. El cuidado y reconocimiento de los valores tangibles e intangibles de su entorno por parte de los pueblos originarios, como la mirada expansionista y extractivista con la que se configuran hoy la mayoría de las ciudades han sanado o creado cicatrices en nuestros territorios.
La compleja geografía del Perú dispone en Lima un paisaje desértico que las culturas prehispánicas transformaron en prósperos valles agrícolas a través de un sistema hidráulico de canales nutridos por las aguas los ríos Chillón, Rímac y Lurín. Sin embargo, los procesos históricos atravesados nos dejan en una ciudad áspera desentendida de su patrimonio cultural y arquitectónico que el proyecto reconoce y busca reinterpretar.
Reconociendo las problemáticas urbanas desarrolladas a lo largo de una de las arterías del canal prehispánico de Surco en el distrito de San Borja, el proyecto ubicado frente a este vestigio del antiguo valle propone una huella y sección que configuran un nuevo perfil, cuestionando así los parámetros con los que el barrio viene siendo planteado. Una doble fachada con retranqueos laterales promueve un mayor perímetro visual hacia el paisaje urbano-cultural-natural de la avenida, y por el sureste un nuevo frente sostenido por un patio-jardín en el primer nivel rompe con los grandes muros ciegos de los edificios, promoviendo conciliar ambos lados de la manzana a través de nuevas visuales que permiten reconocernos de manera inter-escalar. Considerando los valores espaciales de la arquitectura prehispánica y tradicional de la costa peruana, el proyecto resuelve el ingreso peatonal a través de una rampa con zaguán para una accesibilidad universal. Por otro lado, un único ingreso vehicular hacia los sótanos permite abrir un patio-jardín hundido y permeable hacia la calle, rompiendo con los frentes sustancialmente de ingresos vehiculares a nivel de vereda. Así mismo, el último nivel del edifico se reduce a partir de escalonamientos frontales y posteriores donde las terrazas son cubiertas por viguetas de concreto solaqueadas que evocan a las ramadas de la típica vivienda costera, desde donde nos reconocemos en el valle de Lima.
La atípica variedad tipológica para un edificio de solo cinco pisos y diez departamentos incentiva al intercambio entre diversos grupos humanos. Un primer nivel de mayor altura (h:3.20m) alberga unidades con la menor cantidad de divisiones para una mejor iluminación. Los pisos intermedios se densifican en programa (h:2.60m), hasta el quinto nivel y azotea donde se aligera. Se plantea una pequeña extensión del hábitat para la diversidad de aves que transitan el “valle” lineal a través de vegetación xerofita y árboles jacarandas y tecomas a nivel de berma y patio hundido respectivamente, como un borde vegetal en el último nivel.
El proyecto finalmente aspira entablar diálogos más conscientes, coherentes y cuidados con sus paisajes, invitando a reflexionar y explorar nuevas maneras contemporáneas de habitar y relacionarnos con el territorio ancestral sobre el que la ciudad ha sido construida.