Casa Kaysa es una vivienda unifamiliar situada en las proximidades de Malacatos, un valle subtropical de la sierra ecuatoriana, parte de la provincia de Loja, en el cual prevalecen las casas de descanso debido a su cálido clima. El proyecto responde a las necesidades de una familia de 4 miembros que desea disfrutar, en estrecha relación con la naturaleza, de las vistas y clima privilegiado de Malacatos. El programa, partiendo del encargo de sus propietarios, busca facilitar las condiciones para el desarrollo de reuniones sociales, así como para acoger a invitados, sin afectar la privacidad de la familia. En un terreno de 3500m² y con una pendiente pronunciada, se implanta la vivienda en la cota más alta del mismo, con la intención de disfrutar de las vistas despejadas hacia el paisaje montañoso. El diseño de la casa fue impulsado por el deseo de difuminar los límites entre el interior y el exterior, instando a sus habitantes a vivir en una conexión absoluta con el entorno natural. Partiendo de esta premisa, se decidió fragmentar la arquitectura en diferentes cuerpos articulados a través de vacíos que permiten la permeabilidad visual dentro y a través del conjunto. El proyecto se organiza en tres volúmenes que agrupan las funciones principales (social, privada y visitas) respectivamente, dispuestos en torno un patio interior que se convierte en piscina, la cual transita longitudinalmente la casa, emergiendo del talud y dirigiendo las vistas al paisaje. Dichos volúmenes establecen una zonificación clara de la vivienda: -El primero, desarrollado en un solo nivel, contiene sala, comedor y cocina, espacios todos orientados frente a las vistas privilegiadas con grandes puertas corredizas de vidrio que enmarcan el paisaje e invitan al jardín exterior. -El segundo, igualmente de una sola planta, contiene el dormitorio de huéspedes con una ubicación más íntima gozando de total interacción con el patio interior. -El tercero, alberga la zona de descanso privada de los propietarios y sus hijos, flotando sobre una gran planta libre que cobija las funciones sociales exteriores como barbacoa y zonas húmedas para invitados. Los tres volúmenes no se tocan entre sí, conectándose por una serie de vacíos traducidos en galerías que filtran los rayos del sol, a la vez que protegen de la lluvia, contribuyendo a la sensación de estar recorriendo la casa por espacios completamente abiertos. El ingreso a la propiedad se produce de manera ascendente y de espaldas a las vistas, de modo que, al llegar a la casa, se accede a la misma lateralmente a través de una galería que recibe y direcciona la mirada hacia el paisaje para descubrirlo de inmediato. Respecto a la materialidad, no hay excesos, paredes blancas y superficies de vidrio definen el conjunto, permitiendo que el hormigón visto de ciertos elementos rectores, como la piscina, organicen visualmente la composición.