Los Pacheco es un proyecto de recuperación y restauración de una casona ubicada en la zona de monumentos del Centro Histórico de Puebla, decretado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. La casona fue construida entre los siglos XVII y XVIII y se encuentra catalogada en el registro de monumentos definido por el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia). El proyecto tuvo como objetivo convertirla en un pequeño conjunto de vivienda multifamiliar, sumándose a una serie de propuestas que se han venido construyendo en los últimos años y que pretenden la revitalización del Centro Histórico mediante la inserción de vivienda. Como en otros casos similares, la casona se encontraba en un estado de deterioro importante y había sufrido las consecuencias constructivas del paso de varias generaciones a través de los años, caracterizada por la aparición de múltiples elementos de diferentes etapas históricas sin ningún valor constructivo o patrimonial, así como el deterioro de los años de abandono reflejado en muros y losas colapsadas. La propuesta de intervención tuvo como primera estrategia recuperar el estado original de la casona, para lo cual se liberaron y demolieron los elementos añadidos con el paso de los años, recuperando las crujías originales en primera instancia, pero también elementos arquitectónicos característicos de la casona, tales como arcos o ventanas que habían sido tapiadas en algún momento. Una vez recuperada la estructura, las crujías y los patios que componían la casa original, se definieron diferentes posibilidades de apropiación de cada uno de los espacios resultantes insertando el programa arquitectónico de vivienda. Al encontrar dificultades para la conexión horizontal de las crujías debido al espesor de los muros forjados con piedra acorde a la época de la construcción, así como a la imposibilidad normativa de abrir nuevas ventanas hacia los patios o fachadas para mantener el estado original de la casona, el proyecto se resolvió haciendo un uso “vertical” de las crujías, generando conexiones entre los espacios a través de dobles y triples alturas, explotando la espacialidad y las posibilidades del manejo de la luz natural que ingresa a las áreas mediante tragaluces diseñados en la losa tapa de azotea. El resultado son 6 unidades diferentes entre sí. Cada departamento cuanta con una distribución y programa arquitectónico diferente, ubicando unidades con 1,2 y 3 habitaciones. Departamentos de un solo nivel, dos o incluso 3 niveles. Para la materialidad de la casa se decidió levantar las capas de pintura añadidas hasta encontrar la tonalidad original, dejando las manchas que el tiempo ha marcado en los muros, evidenciándolo como elemento presente y constante en la arquitectura. Algunos elementos contemporáneos como las placas de acero y las losetas de pasta generan el diálogo de lo actual con el pasado.