RUMIÑAHUI
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: Perú
Participantes:
- Arq. ROBERTO KRISTOPHER ROJAS RODRIGUEZ
- Arq. DANNY MAICOL ZAMORA CHUQUILIN
Memoria
Rumiñahui, un reflejo del “Ojo en la Piedra”
Ojo de Piedra se inspira en el concepto ancestral de Rumiñahui, la “mirada de piedra”, que simboliza la tensión entre lo concreto de la naturaleza y lo inmaterial de lo visual, donde el paisaje se transforma en una construcción cultural y subjetiva que idealiza la realidad física, fusionando además nuestro imaginario ancestral y los anhelos de futuro. Esta dualidad entre lo sólido y lo intangible se refleja en el diseño de la vivienda, cuyo nombre proviene de un pequeño hoyo natural que hallamos en una piedra del lugar, donde el agua se acumula tras la lluvia, conectando así; cielo, suelo y piedra a través del agua. Esta relación ancestral entre los elementos naturales encarna el entendimiento profundo que las culturas peruanas tenían sobre su entorno y cómo construirlo.
La vivienda se implanta, en un cerro escarpado y rocoso, entre dos enormes rocas como soporte. La elevación ESTE, una sucesión de rocas de “concreto celular aislante”, replica la disposición natural del paisaje y disipa el impacto del viento. Este juego de tensiones conforma un volumen rectangular de 18 metros de largo que contiene una ventana infinita construida en acero corten, que enmarca el amanecer. La corrosión del acero le otorga una textura cercana a los óxidos de las formaciones rocosas del cerro, logrando que se funda con el paisaje de manera natural, como si ambas texturas hubieran sido moldeadas por el tiempo. La fachada OESTE, con su acristalamiento espejado, refleja el cerro y capta los últimos rayos de sol. Al SUR, una fachada ciega protege la intimidad del baño.
En el NORTE coinciden todos los elementos arquitectónicos de la vivienda acentuando la suspensión de la cabaña sobre el terreno, por aquí accedemos a través de una escalera que se desvanece visualmente mientras avanzamos sobre ella, permitiendo que las piedras del terreno sean visibles bajo los pies. Un balcón vidriado da la sensación de caminar sobre el cerro, hasta llegar a una terraza al aire libre. Dentro, la sala, cocina y comedor conforman un único espacio compacto. Un corredor lleva al dormitorio secundario, al baño y finalmente al dormitorio principal, donde un jacuzzi incrustado en una enorme roca natural, devuelve la vivienda al cerro, generando una altura sublime. El lavatorio evoca las construcciones precolombinas, con bloques perfectamente encajados, un gesto claro hacia la conexión con nuestra arquitectura ancestral.
La sostenibilidad es clave en el diseño. La fachada ESTE, no sólo protege del viento, sino que también ayuda al aislamiento térmico, mientras que, al OESTE, el “muro Trombe”, captura el calor solar, manteniendo el confort térmico en el interior. Los lucernarios inundan de luz natural la cabaña, reduciendo la necesidad de iluminación artificial, mientras que los paneles y calentadores solares en el techo proveen agua caliente para duchas y jacuzzi. El concreto celular aparente, no solo se mimetiza con el paisaje rocoso, sino que con el tiempo, el musgo local lo recubrirá, integrando aún más la construcción en su entorno.