Edificio de usos mixto MS
Premio de participación: Premio Nacional
Categoría de participación: Edificios Administrativos, Institucionales y Corporativos
País de representación: Ecuador
Participantes:
- Arq. José Daniel Rojas Mora
- Arq. Fabián Marcelo Pérez Guerrero
Memoria
El edificio se sitúa en la ciudad de Loja, Ecuador, a una altitud de 2,060 metros sobre el nivel del mar, en el barrio Perpetuo Socorro, una zona consolidada con una estética urbana algo heterogénea, que refleja la diversidad arquitectónica y social de la ciudad. Este entorno cercano al centro urbano proporciona un equilibrio entre la proximidad a los servicios y la tranquilidad de un barrio residencial.
El proyecto comienza con la organización detallada del programa de necesidades, cuyo principal objetivo es ofrecer la máxima flexibilidad para un desarrollo multifuncional. Este enfoque permite que el edificio albergue una variedad de usos, combinando áreas dedicadas al ámbito médico, la salud y la vivienda. El diseño se distribuye en tres niveles claramente definidos, cada uno con un propósito específico.
En la planta baja, se sitúan los servicios más accesibles y públicos, incluyendo una cafetería y un gimnasio. Estas instalaciones están diseñadas para fomentar la interacción social y el bienestar de los usuarios, creando un espacio dinámico y acogedor. En el nivel intermedio, se ubica una zona destinada a consultorios médicos, un área que se caracteriza por su enfoque en la funcionalidad y la comodidad, brindando un entorno adecuado para la atención de la salud. Finalmente, en el tercer nivel, se encuentra la zona más privada e íntima del edificio, que alberga dos unidades habitacionales. Estas residencias ofrecen un espacio tranquilo y apartado del bullicio urbano, proporcionando un refugio dentro del mismo edificio.
La combinación de estos diversos usos convierte al edificio en un lugar de actividad constante, con una vida propia que está estrechamente conectada con la dinámica de la ciudad. La estructura del edificio, completamente metálica, es fundamental para su estabilidad, y también clave en la creación de amplios espacios abiertos que pueden utilizarse de múltiples maneras.
El diseño arquitectónico se concibe como una pieza unificada de color blanco, donde se destaca la verticalidad de los elementos del muro cortina, los cuales juegan un papel crucial en la estética del edificio. Estos elementos verticales están sostenidos por una barra horizontal que actúa como un basamento, proporcionando un anclaje visual y estructural que equilibra el diseño. Esta barra horizontal no solo soporta los elementos verticales, sino que también crea un contraste que resalta la esbeltez y elegancia de la estructura general.
En conjunto, el proyecto no solo responde a las necesidades funcionales, sino que también establece un diálogo con su entorno urbano, integrándose en el barrio de manera armónica, mientras destaca por su diseño versátil. El edificio, con su enfoque en la flexibilidad y la diversidad de usos, se convierte en un ejemplo de cómo la arquitectura puede mejorar la calidad de vida de sus usuarios, ofreciendo espacios que se adaptan a las distintas necesidades y actividades que la vida urbana contemporánea demanda.