CASA ROJA

Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: Chile
   Participantes: 
  • Arq. Germán del Sol Guzmán.

Memoria

Cada casa debe ser un palacio para sus dueños. Y un palacio no es nada más que una casa con algún privilegio. A veces el privilegio es la vista de una cadena montañosa, el mar, o un grupo de árboles. Otras veces el privilegio está con el sol de la mañana entrando por tu ventana, o el barrio silencioso que te permita descansar, o la oscuridad de la noche que te deja ver las estrellas, o un vecindario amigable donde los niños juegan en la calle, o la proximidad de una plaza, una escuela para niños, o tu lugar de trabajo diario. El generoso espacio lleno de rincones puede ser un privilegio de ese tipo que mi madre encontraba inútil, los techos altos de casas o escuelas antiguas, donde uno deambula cuando está distraído, los tablones de madera del suelo y las escaleras, que crujen con los pasos o los cambios de temperatura, la lluvia que zumba sobre las tejas de madera, como dice Neruda, “con su lenguaje de violín”. Quizás los espacios lúgubres y silenciosos sean un lujo, casi desnudo de muebles, inspirado de alguna manera en la arquitectura de la América precolombina, como las habitaciones al aire libre del palacio de Chan-Chan en Perú, o los salones de juego de pelota de Chichén Itzá o Uxmal en aquellas ciudades mayas, o las plazas de pueblos tan pequeños como Caspana, Toconce o Ayquina, en la sierra norte de Chile. Incluso si no puedes vivir el momento en una casa así, sólo imaginar su interior es un placer, que te invita a soñar despierto más allá, simplemente a veces es mejor, para hacer lo mejor con menos.

Ubicación