Libreria Fundación de Cultura Universitaria
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Intervención en Arquitectura Patrimonial o de Interés Patrimonial
País de representación: Uruguay
Participantes:
- Arq. María Victoria López Ligerini
Memoria
La intervención se llevó a cabo en la planta baja del Edificio Centenario, ubicado en la esquina de las calles 25 de Mayo e Ituzaingó, en el casco histórico de la Ciudad Vieja de Montevideo. Construido en 1929 por los arquitectos De los Campos, Puente y Tournier, el edificio es un emblema de la arquitectura moderna uruguaya, con protección patrimonial de grado 04 en el inventario patrimonial de la Intendencia de Montevideo, y declarado Monumento Histórico Nacional por el MEC.
Entre sus características destacadas se encuentra su integración a la trama urbana y su torre, que se erige como un punto de referencia.
Con el paso del tiempo, la planta baja del edificio sufrió intervenciones que alteraron su estado original, afectando su altura interior, eliminando la luz natural cenital y ventilaciones, además de degradar materiales y acabados.
Este proyecto se presenta como una oportunidad para reconfigurar la planta baja y restaurar su relación con el entorno urbano. Configurando un espacio de acceso público que invita a recorrer y explorar la nueva sede de la histórica librería y editorial Fundación de Cultura Universitaria (FCU) en un edificio de alto valor patrimonial.
La propuesta fue llevada a cabo en dos fases principales, la primera consistió en el desmantelamiento de elementos no originales, en colaboración con las comisiones de patrimonio, con el objetivo de redescubrir componentes como lucernarios, pavimentos originales, circulaciones y espacialidades. En la segunda etapa, se integraron estos elementos en el diseño final, un diseño que busca generar contraste con lo existente, resaltando el patrimonio dentro y fuera del local con una propuesta contemporánea que sea identitaria de la nueva sede de FCU.
La planta se organiza a través de una secuencia de espacios que varían de lo público a lo privado, utilizando los accesos y la estructura del edificio como organizadores de recorridos y la ubicación de elementos estratégicos que organizan las áreas del local.
Se destaca la presencia de tres conjuntos de estanterías, que estructuran el área pública de la librería. Las mismas envuelven paramentos y enmarcan aberturas, potenciando visuales y generando espacios de descanso y lectura. Los encuentros curvos de las estanterías, remiten a las curvas originales de la fachada del edificio y contribuyen a un flujo continuo entre las diferentes áreas, brindando una experiencia espacial fluida. Esta disposición crea un recorrido natural en forma de U que conduce hacia áreas privadas, como las oficinas de producción editorial, la sala de reuniones y el depósito de libros. Además, estos espacios cuentan con un acceso independiente desde la calle Ituzaingó, facilitando la coexistencia de las actividades de la librería y las internas de la FCU.
El almacenamiento de libros representó un desafío estructural, albergando más de 50,000 ejemplares en el área de depósito.
El proyecto revaloriza el patrimonio arquitectónico oculto y configura nuevas arquitecturas que permiten usos diversos, con soluciones y tecnologías adaptadas a este tiempo. Los elementos históricos entran en diálogo con la nueva propuesta en la que se destaca una imagen cálida, liviana y contemporánea.