Taller Cubierta
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Arquitectura Mínima
País de representación: Chile
Participantes:
- Arq. Claudio Molina Camacho
Memoria
Convergencias – lo natural, lo social
Diálogo con el lugar
El proyecto se sitúa junto a la cordillera de los Andes, en la orilla sur-poniente del lago Rupanco en la localidad de Las Gaviotas, comuna de Puerto Octay, Chile. La zona se caracteriza por abundantes e intensas lluvias, bajas temperaturas y fuertes vientos en invierno. El lugar donde se emplaza es un renoval de densa vegetación nativa, mayormente arrayanes, con sus característicos tonos rojizos y anaranjados, entre otros árboles nativos.
El proyecto consta de programas fijos y flexibles. La cubierta funciona como refugio del clima, leñera, estacionamiento y ocasionalmente como taller abierto de carpintería (a escala mayor). El interior consta de bodega, baño y taller (escala menor) que ocasionalmente funciona como estar-dormitorio. La obra se emplaza perpendicular a la pendiente que baja de la montaña al lago, permitiendo habitar el lugar desde dos alturas. La primera invita a circular peatonalmente y atravesar visualmente el edificio proyectando la cota superior del cerro y abalconando el nivel superior al zócalo habitable, encuadrando sus vistas al paisaje a la altura de la copa de los árboles más altos. La segunda se refiere al zócalo habitable abierto al paisaje que se concreta mediante la operación de extracción de una sección de cerro, el cual se limita con un muro de contención de hormigón armado.
En su costado poniente, mediante la inclinación de la cubierta de una de sus aguas, la cubierta se transforma en ‘muro-techo’ que se dilata del muro de contención, generando la percepción espacial de diálogo continuo con el paisaje natural y la pendiente. Como elemento opaco prácticamente en su totalidad, el muro-techo se transforma en un telón de fondo negro, en el cual se contrastan las cortezas rojizas de los arrayanes en el exterior, y la estructura de madera en el interior, a la manera del ‘teatro negro de Praga’. Se crea en el lugar una atmosfera de luz y sombra tamizadas por la densidad de los árboles, con sus posiciones irregulares, ángulos y colores, que generan una profundidad en la que el proyecto se mimetiza y converge en el paisaje, como la obra ‘Le Blanc-Seing’ de Magritte.
La doble altura contenida por la cubierta que se sostiene por estructura de pilares compuestos, cerchas y envigados de madera en grilla de 3 x 3m materializa el vacío, relacionando espacialmente ambos niveles, generando la transición a través del vacío de lo estereotómico y lo tectónico. La secuencia espacial de lo exterior hacia un interior, a través de generosos espacios intermedios exteriores cubiertos, es de gran relevancia en condiciones climáticas tan adversas.
Finalmente, debido a sus difíciles condiciones de acceso, el diálogo entre proyecto y entorno natural requiere también de los carpinteros de madera de la zona que manejan lógicas, técnicas, procesos y ejecución propios del uso del material disponible. A través de maquetas, croquis, dibujos técnicos y vocabulario idóneo de la obra se generan diálogos, interacciones sociales y mutuo aprendizaje entre arquitecto y mano de obra local que hacen posible el proyecto.