Mercado da Praça – Parque Realengo
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Equipamiento
País de representación: Brasil
Participantes:
- Arq. Helena Meirelles
- Arq. Juliana Ayako
- Arq. Larissa Monteiro
- Arq. Carlos Zebulun
- Arq. Fran Rivas
- Arq. Rodrigo Messina
Memoria
Memoria de Proyecto
El Mercado de la Plaza es parte del conjunto de edificaciones que existen en el Parque Realengo.
Éste parque fue estudiado, por mucho tiempo, por diversos movimientos sociales que debaten sobre la periferia, las áreas verdes y el racismo
ambiental. Reflejando varios procesos constructivos en la ciudad de Río de Janeiro, en esta dinámica se incluyen expropiaciones y procesos de
reubicación.
La plaza del mercado nace de una condición preexistente. Antes de su construcción, los residentes que rodeaban el parque ocupaban esta esquina con pequeños edificios comerciales. El proyecto propuesto previa la reubicación de todos estos edificios, sin embargo, la complejidad de estos procesos de licitación y ejecución de una obra pública hizo que solo se llevara a cabo una parte de la propuesta. El proyecto consta de dos edificios lineales y horizontales de diferentes alturas, que se cruzan y forman una gran cubierta de entrada y una galería comercial. Implementados en forma de L, configuran una gran plaza pública que invita a los residentes a experimentar el espacio, usándolo de diferentes maneras.
El carácter formal que diferencia ambas construcciones se traduce también en un carácter programático. La función principal de la cubierta lineal es dar sombra y marcar una especie de pórtico, que funciona como una de las entradas al parque. Al tratarse de una gran área con un programa poco definido, este espacio puede leerse como indeterminado, abriendo la posibilidad de ocupación con diferentes programas efímeros. En la otra parte, en contrapunto, se encuentran 11 locales comerciales que sirvieron para reubicar los locales que fueron expropiados por la construcción del parque. El comercio local, además de ser sumamente importante para la dinámica existencial de varios vecinos, aquí también impulsa el uso de este espacio público con un programa que ya existía antes de su reordenación. Debajo de la cubierta más grande, también hay un baño público que funciona para los locales y también para el parque. La estructura de la cubierta de acceso sigue un sistema constructivo con perfiles metálicos de 3 metros de longitud que, al articularse, forman dos vigas reticuladas de 66 metros de longitud y 3 metros de altura. Estas vigas están conectadas por perfiles metálicos de 9 metros de largo para ormar una caja estructural. Este sistema de modulación de las piezas se justifica para conseguir tener mejor eficiencia estructural, que garantiza la realización de luces mayores con menos apoyos, además de permitir el uso de perfiles más esbeltos. En los extremos, esta caja estructural se apoya en pilares de hormigón rotados de sección cuadrada, para favorecer la continuidad del flujo. La galería comercial está construida con paredes estructurales de bloques de hormigón que sostienen una losa de estructura de acero.