La Iglesia San Francisco del Cerro Barón en Valparaíso, construida en 1845, es un notable ejemplo de arquitectura basilical con una nave central de cañón corrido y dos laterales conectadas por arcadas. En 1890, el arquitecto Eduardo Provasoli la remodeló, incorporando elementos neo barrocos que definen su imagen actual. Durante más de un siglo, la iglesia sirvió como un faro para los navegantes que llegaban al principal puerto del hemisferio sur hasta la apertura del canal de Panamá. A pesar de su construcción en albañilería simple y adobe, la iglesia resistió terremotos significativos, incluyendo el devastador de 1906. Sin embargo, enfrentó serios daños debido a incendios en 1983 y 2013, quedando en abandono por una década. La reconstrucción se enfocó en restaurar su espacialidad y volumetría originales, utilizando madera laminada industrializada. Esto no solo mejoró la estructura, sino que también generó un ambiente de solemnidad y acogimiento, con luces naturales que acentúan el altar y otros espacios. El convento adyacente mantuvo su carácter austero, con intervenciones contemporáneas que fomentan la interacción social en la comunidad. Ubicada entre las calles Blanco Viel y Castro, la iglesia tiene un valor simbólico importante en el cerro Barón, siendo un centro para eventos religiosos y un vínculo para los habitantes. A pesar de la tentación de demoler y construir de nuevo, se optó por preservar la estructura, utilizando pino laminado por su menor impacto ambiental y eficiencia energética. Esto ayuda a mantener la identidad regional y el patrimonio arquitectónico de Valparaíso. La propuesta de reconstrucción interior se basó en la geometría original de la iglesia, combinando elementos modernos con los tradicionales. Se integraron refuerzos metálicos para consolidar la estructura y se diseñaron elementos como chifloneras y mamparas de cristal que resaltan la historia del edificio. Además, se planeó reconstruir el púlpito como un elemento escultórico, y la cruz del torreón fue reemplazada, mientras que la original fue recuperada y colocada en el altar como un recordatorio de la historia de la iglesia. La restauración de la Iglesia San Francisco es un testimonio del esfuerzo por preservar el patrimonio cultural y arquitectónico de Valparaíso, al mismo tiempo que se atienden las necesidades contemporáneas de la comunidad local. La iglesia no solo representa un ícono arquitectónico, sino también un espacio vital para la interacción social y espiritual de sus habitantes.