Centro Santa Marta
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Equipamiento
País de representación: Brasil
Participantes:
- Arq. Bruno Carvalho
- Arq. Carina Terra
Memoria
El Centro Santa Marta se creó en 1962 por iniciativa de las madres de alumnos del Colegio Santa María, junto con el Instituto de las Hermanas de la Santa Cruz. La institución promueve la acogida, convivencia y aprendizaje de familias en situación de vulnerabilidad, contribuyendo a su formación, acceso y permanencia en el mercado laboral. Las actividades son llevadas a cabo por voluntarios y Hermanas, con el apoyo del personal.
Desde hace más de 60 años, el centro está ubicado en un antiguo establo en la parte trasera del recinto escolar. En 2012, se realizaron los primeros estudios para una ampliación. En 2014, se llevaron a cabo reformas de emergencia para evitar la interrupción de las actividades. En 2020, se organizó un equipo multidisciplinar para elaborar el Programa de Necesidades. Las obras comenzaron en 2022 y la inauguración tuvo lugar en 2024. Los servicios no se interrumpieron durante las obras.
Su sede se encuentra en un gran terreno al sur de la ciudad de São Paulo, en lo alto de un valle con una zona de preservación permanente, manantiales, un arroyo y una densa vegetación. Ante la imposibilidad de utilizar los edificios existentes, se eligieron 900 ladrillos de arcilla para construir un muro de recuerdos. En la parte delantera se propuso una vitrina para exponer los trabajos de los alumnos. De este modo, pasado y presente conforman la entrada al nuevo edificio.
Se propuso crear espacios integrados con la naturaleza, respetando el perfil natural del terreno para evitar grandes movimientos de tierra y la posible eliminación de los árboles existentes, aprovechar la iluminación y ventilación naturales y captar y reutilizar el agua de lluvia. Para ello, el programa se dividió en bloques dispuestos en claros y lugares donde ya existían pequeñas edificaciones. La horizontalidad y organización en bloques respeta la escala histórica de los edificios y garantiza la accesibilidad al conjunto. Los flujos buscan maximizar los encuentros para potenciar las vistas del valle y fomentar la interacción entre las personas, el entorno y el aprendizaje.
Se propuso una plaza central para albergar actividades colectivas y funcionar como espacio integrador de los diferentes usos propuestos por la institución. La plaza se organiza a partir de la ubicación de los árboles centenarios, donde se ha propuesto un anfiteatro formado por gradas para contemplar la naturaleza. Cuatro bloques se basan en esta configuración: el Bloque 1 alberga las aulas para la formación de mujeres, el Bloque 2 alberga los usos administrativos, el Bloque 3 atiende a niños y adolescentes y el Bloque 4 alberga la atención y apoyo a adultos, como um comedor, almacenes y una zona para el personal. Una red de plazas y caminos ofrece oportunidades de encuentro, además de las propuestas en el Programa de Necesidades. La Plaza de la Bienvenida está formada por bancos y jardineras. La Plaza de la Integración aprovecha la sombra de un gran árbol como espacio de socialización. El bloque infantil está rodeado de zonas de juego y una cancha polideportiva.