En Torreón, Coahuila al norte de México se desarrolla Oficinas Morelos. El reto en este proyecto se presenta al insertar un edificio moderno junto a un conjunto de casas antiguas, principalmente por el chalet, una casa catalogada por el Instituto Nacional de las Bellas Artes y Literatura (INBAL), de estilo arquitectónico americano por su volumetría y acabados, construida en el año de 1907 y una casa de los años 50’s con un estilo neoclásico. En la casa catalogada por el INBAL se hizo una remodelación completa en cuestión de acabados, siempre respetando las formas, como lo son sus techos inclinados y su torre con forma piramidal. Respecto a la casa de los años 50’s se intervino hacia el exterior manteniendo sus formas y acabados originales, el cliente en un inicio quería reforzar la estructura para construir varios niveles más, sin embargo, se le convenció para demoler su escalera externa y así aprovechar el patio que se usaba como garage para generar un nuevo volumen de oficinas y cumplir con el programa arquitectónico requerido, y así unir los 3 volúmenes. Este nuevo volumen se inserta de una manera sobria al paisaje urbano construido, marcando pauta a edificaciones futuras para respetar la imagen urbana de su entorno. Arquitectónicamente se integra entre las dos casas mediante un espejo de agua, el cual se ubica en el patio de la casa original del cuál se suspende un inmenso olivo que lleva la naturaleza hacia el interior de los tres niveles, siendo un remate visual en el interior de ambos predios, y también siendo la pieza central que une todos los volúmenes y hace una transición hacia lo contemporáneo. La entrada principal se mantuvo en la Casa Original, se restauró siguiendo todos los lineamientos que la llevaran a como era originalmente, por fuera toda la cantera, el jardín, los marcos, todo quedó como la investigación que llevamos a cabo nos indicó que debía ser. En los interiores, se pusieron pisos de madera y una cuidadosa selección de mobiliario. La ampliación por fuera está inspirada en las grecas de la casa original, así como sus proporciones, manteniendo la armonía de ambos espacios. En la parte nueva los macizos son fachadas flotadas jugando con los acabados tipo concreto y madera. Al ir subiendo la escalera se hace evidente la Casa Original con vanos pequeños y ventanas tipo francés con balcón y herrería. En la nueva sección contemporánea, hay mucho vidrio, protegido con celosías de paneles multipeforados para aprovechar las entradas de la luz y al mismo tiempo proteger al edificio del asoleamiento. Toda la azotea de la casa se transformó en un jardín donde se diseñaron una serie de andadores y espacios de reunión que disfrutan de la exuberante vegetación en un paisaje tan desértico como es el de Torreón.