Respondiendo a las necesidades particulares de una familia de 5, este proyecto de vivienda unifamiliar resuelve el programa buscando sintetizar usos, procurando reducir en lo posible los metros cuadrados de construcción sin sacrificar las necesidades y dimensiones de espacios procuradas por cliente. El esquema general en L, permite que los espacios se vinculen con jardines o patios mientras disfrutan de iluminación y ventilación natural. El apego a la pendiente del terreno natural y la calibración de alturas interiores respetando la altura general autorizada, permitió lograr un tercer piso que tendría el nivel necesario para aprovechar la liberación de vistas sobre las copas de árboles vecinos. Esta estrategia derivó en espacios de distintas alturas en planta baja que a modo de transiciones nutren la narrativa del proyecto. Es así, que en planta baja se resuelven servicios, así como áreas sociales, entendiendo que la terraza sería el espacio que albergaría los únicos usos de comedor y sala, manteniéndose abierta permanentemente a patios y jardines, y ligándose de forma directa con el núcleo cerrado de planta baja, conformado por cocina y un estar de tv. Planta alta se destina a usos de recámaras, donde el espacio interior necesario permitió generar patios abiertos los cuales complementan los usos de las mismas, permitiendo vínculos del espacio interior con el exterior, sin sacrificar privacidad. El tercer piso se destina a un estudio que abre a una terraza privada, desde los cuales se disfrutan de las vistas lejanas al bosque de Los Colomos. La materialidad de la casa se entiende como el contraste entre un basamento de piedra y un volumen superior rojizo. El basamento de piedra se escalona y se extruye generando plataformas y muros de piedra que resguardan y conforman los espacios de planta baja, mientras reciben y cargan el volumen rojizo. Esta tonalidad rojiza, resulta de la búsqueda por resolver una serie de planos de celosías que se decidieron fabricar con ladrillo de azotea, buscando aprovechar el bajo costo del material. Es cuando se definen estas celosías, que termina por vincularse el tono barro de superficies al resto de la casa, logrado por enjarres pigmentados los cuales permitirán que el tiempo los vaya marcando, dejando a la casa envejecer de forma digna.