Cachipukara
Premio de participación: Premio Nacional
Categoría de participación: Intervención en Arquitectura Patrimonial o de Interés Patrimonial
País de representación: Ecuador
Participantes:
- Arq. Luis Alberto López López
Memoria
Kachipukara es una casa-territorio donde se tejen saberes ancestrales y se cuida la libre determinación en los Andes del Ecuador. Kachipukara, palabra Kichwa que significa loma-de-sal, es un proyecto de rehabilitación de arquitectura vernácula y de recuperación de territorio, desde lo humano hacia lo ambiental. Es una combinación de saberes que valora lo propio, desde los materiales de construcción naturales cosechados de la tierra local, hasta el cómo se construyó y quienes construyeron, miembros de la comunidad y mujeres, con prácticas intergeneracionales e interculturales.
La casa original Kichwa-Kañari fue construida en adobe hace mas de medio siglo y vió crecer a Yaku Pérez Guartambel, defensor del agua Kichwa-Kañari; la renovacion se dió con su compañera Manuela Lavinas Picq entre 2022 y 2024. El proceso de arquitectura vernácula fue acompañado por una extensa recuperacion ambiental con la siembra de más de mil árboles. Las mujeres del ayllu llevan un vivero y abren Kachipukara a las escuelas para que niños vivan de manera experiencial los saberes de sus antepasados e imaginen futuros sanos. Con la reforestación vuelve lentamente el bosque, y con ello los pájaros y las ranas.
La casa combina paredes de adobe, algunas mantenidas intactas para guardar memoria, con una nueva estructura de vidrio, que une las dos estructuras originales y crea un contínuo entre ambientes internos y externos permitiendo la entrada del sol andino. Los materiales de construcción incluyen el suru, y pisos de madera de eucalipto. El carrizo en el techo fue amarado con fibras de penco hiladas a mano, y detrás del carrizo está la lana de cientos de ovejas que abrigan las noches. Se complementan saberes andinos, en el adobe, la lana y el penco, con tejidos amazónicos de paja en el techo de vidrio, y costeños con tejido de bejuco que protege la nueva estructura; todos construido por artesanos in situ. En la cocina lo andino se mezcla con un mesón de chonta y como lavabo una batea de chicha que viene de Jatun Molino en Pastaza. Kachipukara busca la armonía circular de randi-randi con la naturaleza, cosechando el calor del sol en la mezcla de vidrio y adobe, nutriéndose de agua comunitaria de páramo y colectando agua de lluvia para irrigar los cultivos, recogiendo los desechos en un baño seco que se vuelve abono para la tierra. Kachipukara es proceso, no fin, que prioriza el tiempo de la naturaleza y se adapta a sus ciclos, consciente que construir casa es construir territorio.