El Nido
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: Perú
Participantes:
- Arq. Carlos Pastor Santa María
Memoria
El Nido está ubicado en Lurín, el último valle de la región de Lima, en Perú, muy próximo a la capital. En esta zona, la presión inmobiliaria amenaza los vestigios de lo que alguna vez fueron las “casas huerta”, extensas áreas de suelo productivo surgidas tras la parcelación de grandes haciendas. Esta situación genera incertidumbre entre los propietarios, quienes deben decidir entre vender sus terrenos o proteger el suelo heredado, que, aunque aún es productivo, corre el riesgo de dejar de serlo.
El proyecto, iniciado en 2021, es un refugio de fin de semana para Janine, una deportista profesional y fotógrafa, que busca escapar del caos urbano. Ubicado en una “casa huerta” de su propiedad, el proyecto se concibe desde el entendimiento de estar sobre un suelo aún productivo que debe cuidarse. Además, el lugar se caracteriza por unos cortos meses de verano y un invierno extenso y húmedo, por lo que era imperativo plantear estrategias pasivas que aseguraran el confort interior durante todo el año.
Al ingresar al lugar, se recorre una entrada bordeada de árboles y arbustos que enmarcan sutilmente el proyecto. El Nido aparece entonces entre la naturaleza como una caja suspendida, ligera y eficiente, diseñada para permitir el paso del aire y la bruma, refrescando el interior en verano y protegiéndolo en invierno. Los espacios están organizados en una transición gradual de lo privado a lo público, tamizando la luz y capturando los sonidos de la naturaleza. La terraza, la sala y la cocina son espacios diáfanos, mientras que los ambientes más íntimos, como el baño y el dormitorio, son más cerrados, ofreciendo tanto descanso como una conexión profunda con el entorno. Los materiales locales, como la madera y la caña, generan una gradiente que va de lo privado a lo social, complementada por paneles pivotantes que permiten ajustar la apertura y la luz, proporcionando al usuario libertad y flexibilidad.
El proyecto utiliza la tercera patente del Sistema Modular Arquitectónico Mecánico (SMARQMEC III) desarrollado en 2019 por el arquitecto de El Nido. Este sistema facilita el ensamblaje de sus componentes, como si se tratara de un rompecabezas y está diseñado para disipar cargas en proyectos de pequeña escala. El proyecto fue completamente prefabricado en el taller del estudio, ubicado a 6 km del sitio de construcción. Su diseño modular permite que sea completamente desmontable, lo que facilita su reubicación sin dejar ningún impacto en el terreno original.
El nido y su habitabilidad es una abstracción permanente, es hacer valer lo fenomenológico en cada parte. Se pone énfasis en la háptica desde el ingreso, donde la vegetación enmarca la entrada y remata la última piel. Cada elemento forma parte de un sistema que asimila el paisaje como parte fundamental del proyecto. El refugio no funciona solo, la naturaleza lo completa y lo invade de manera generosa en textura, color y aroma. Al igual que un nido, se adecúa a las condiciones de su usuario y de su entorno.