La casa SE, ubicada en la urbanización La Colina del Valle de Los Chillos, se integra de manera armónica con su entorno, adaptándose a la pendiente del terreno y ofreciendo impresionantes vistas a los volcanes Pasochoa, Atacazo y Corazón. Este diseño está pensado para una pareja joven con aspiraciones familiares, buscando un equilibrio entre funcionalidad y estética natural dentro de un presupuesto definido. El volumen principal, elevado a +2.80 m, permite que desde espacios como el estudio y la cocina se disfruten de las vistas panorámicas. Por su parte, la sala, el comedor y los dormitorios se conectan con un jardín posterior, creado mediante un corte en el terreno que también permite que parte de la planta quede asentada sobre el suelo y otra parte esté elevada sobre una losa sostenida por pilares, respetando la topografía natural. La disposición de los espacios de servicio, a nivel del acceso vehicular, optimiza el uso de la topografía. La cubierta inclinada, elaborada en madera y chapa metálica, sigue el ángulo del terreno, mientras que la estructura se compone de hormigón, metal y madera, destacando el uso de ladrillo visto de Palugo que realza la estética natural de la casa. Un aspecto notable del diseño es la incorporación de las rocas encontradas durante la excavación, que se utilizan en el cerramiento y en las gradas exteriores. Las rocas más grandes se preservan en los jardines frontal y posterior, contribuyendo a una integración aún más profunda con el paisaje circundante. En conjunto, estos elementos no solo crean un hogar acogedor, sino que también celebran la belleza del entorno natural